La Unión Europea avanza en su compromiso para eliminar las emisiones de CO2 antes de 2050, con un enfoque en el sector del transporte, una de las principales fuentes de contaminación. Desde el 1 de enero de 2024, las navieras están obligadas a monitorear sus emisiones y en septiembre de 2025 se empezarán a aplicar sanciones por exceder los límites. Este nuevo marco también introduce la compra de permisos de emisión (EUAs) que ya está en marcha.
A medida que las navieras se adaptan, los operadores como UECC y Suardíaz ya han comenzado a adquirir estos permisos, tomando decisiones estratégicas sobre cuándo y cómo comprarlos. Algunas empresas optan por adquirir los permisos a medida que generan emisiones, evitando especular con el precio futuro de los permisos. Por otro lado, aún existen barreras, como la falta de cuentas MOHA, necesarias para facilitar la compra directa de permisos en ciertos Estados miembros.
El transporte por carretera también se verá afectado con la implementación del sistema EU ETS2 en 2025, que impondrá la compra de permisos de emisión a partir de 2027. Este cambio afectará directamente los precios del combustible, lo que repercutirá tanto en el transporte comercial como en los usuarios particulares.
Estas normativas refuerzan el compromiso de la UE con la reducción de emisiones, y aunque implican nuevos desafíos para las empresas de transporte, también abren la puerta a una industria más sostenible y alineada con los objetivos ambientales globales.